Desde un cumpleaños, la navidad, el día de San Valentín, un nacimiento, el día de la madre o cualquier otro acontecimiento, hay muchas oportunidades para dar un regalo. Cuando eliges un regalo para una persona en particular, generalmente es una expresión de tus sentimientos, amistad o agradecimiento hacia el destinatario. A continuación te mostramos los aspectos más importantes involucrados en el arte de regalar.

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1. ¿Por qué damos regalos?

Dar regalos es una historia tan antigua como el tiempo. Existe evidencia que demuestra que dar obsequios siempre ha sido un aspecto importante del comportamiento humano, y que la naturaleza recíproca de dar regalos está arraigada en nuestros instintos más básicos. Si bien las razones implícitas para dar regalos y los propios obsequios han evolucionado a lo largo de la historia, un hecho permanece intacto: regalamos porque nos importa.

2. Mucho más que un gesto

Dar un regalo a alguien va mucho más allá de un simple gesto, también es la oportunidad perfecta de comunicar un mensaje. Encontrar un regalo que sabes que va a ser del agrado del destinatario en el momento en que lo vea, no solo te genera una gran sensación, también es la forma ideal de expresarle a esa persona cuánto significa para ti.

El verdadero arte de regalar va mucho más allá del simple acto de intercambiar objetos físicos con otra persona; es la oportunidad de hablarle y transmitirle tus pensamientos a través del obsequio que estás dando.

Cuando compras un regalo que tiene la capacidad de decirle algo al receptor, éste entenderá y apreciará tu mensaje y el presente adquirirá un significado extra especial. El arte de dar un regalo se centra en encontrar un obsequio que tenga un valor para el destinatario que vaya más allá de su costo y demuestre que lo entiendes, que sabes cómo es y cuáles son sus gustos.

3. Reglas implícitas para regalar

Dar un regalo es uno de los gestos más habituales; sin embargo, involucra ciertas reglas restrictivas que, para bien o para mal,hemos internalizado fuertemente, siendo las más resaltantes:

3.1 El momento

No se puede hacer un regalo en cualquier momento. De hecho, dar un regalo sin un motivo claro puede ser visto como algo sospechoso, tal vez que existe algún interés de recibir algo a cambio o que intentas compensar algo. Por lo tanto, la elección del momento para dar un regalo es crucial y se ve facilitada por la existencia de acontecimientos reconocidos (navidad, cumpleaños, etc.), que dan lugar al establecimiento del rito del regalo.Ahora bien, queda claro que ante una relación particularmente fuerte entre dos personas, como padre, hijo, mejor amigo, esta regla pierde vigencia.

3.2 El destinatario

Hacer un regalo a una persona que no conoces muy bien o con la que tienes una relación más bien distante podría levantar sospechas o incomodidad. Generalmente, damos regalos solo a personas con las que mantenemos una relación.

3.3 Un regalo adecuado

El regalo debe ser adecuado a la condición del destinatario, por lo que será diferente según se trate de un niño o una niña, un adulto o un niño, etcétera, y se adaptará en función a la relación que se tengas con el destinatario.

Por supuesto, quien hace un regalo debe identificar correctamente los gustos del destinatario para obsequiarle algo que le agrade o le sea de provecho. Hacer un regalo equivocado puede revelar un desconocimiento de la personalidad del destinatario, lo que puede ser muy perjudicial si las dos personas son cercanas.

3.4 El valor

El valor del regalo entra en juego, pero esta norma está llena de ambigüedad. Si el regalo que vas a dar es ostensiblemente caro, el destinatario pudiera sentirse en deuda con el dador (ya que, de una forma u otra, hay que compensar un regalo con otro regalo), pero tampoco debe parecer demasiado barato, ya que el regalo muestra la importancia que se le da al destinatario o, mejor dicho, a la relación que existe entre el dador y el destinatario.

4. Regalar es un arte

La mayoría de las personas no consideran que regalar sea un arte, pero en realidad lo es. Cuando eliges un regalo para alguien, sueles pensar mucho en esa persona ya que deseas que ese obsequio sea algo especial, algo que el destinatario no haya elegido para sí mismo y que le sea de provecho y satisfactorio.

Un regalo suele ser una expresión de tu amor, una muestra de los lazos de amistad o una demostración de agradecimiento hacia el destinatario. Más allá de su costo económico, regalar implica una celebración o reconocimiento, y si el gesto es sincero y emerge del corazón, será siempre significativo, ya sea un obsequio costoso o una creación propia.

El arte de regalar está en cómo se selecciona el regalo. El tipo de obsequio se basa en la ocasión y en la relación que tienes con el destinatario. En resumen, el mejor regalo que puedes dar es aquel que tenga el potencial de evocar una respuesta emocional y que siempre será recordado.

5. ¿Es la intención lo que cuenta?

Seguramente has escuchado el antiguo proverbio: “lo que cuenta es la intención”, una expresión usada frecuentemente, por ejemplo, cuando el regalo recibido no es de total agrado, pero se quiere resaltar que el gesto de la persona conmovió; pero, de hecho, ya sea que el regalo guste o no, siempre es la intención es lo que cuenta.

Cuando compras algo caro para alguien, por supuesto, existe el placer de ver la reacción de esa persona especial para ti, y no está prohibido que sigas haciéndolo, si está dentro de tus posibilidades. Pero hay muchas otras formas de regalos que se pueden dar, donde la intención será más importante que el costo.

La voluntad, el gesto y la intención de la persona que hace un regalo cuentan más que el valor o la naturaleza del presente mismo. Con esto en mente, a la hora de dar un obsequio, no te centres en el precio sino en lo que representa el regalo para ti y para la persona que lo va a recibir.

6. Conclusión

El arte de dar regalos significa que el obsequio que le presentas al destinatario es, por una parte,el reflejo de un esfuerzo concienzudo para seleccionar algo especial que esperas le resulte agradable y satisfactorio de alguna manera; y por otra, es un mensaje para la persona que recibe. Después de todo, regalar es una forma infalible de mejorar el mundo y a ti mismo al mismo tiempo.

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