Ciertamente, siempre nos volcamos por demostrarle amor a nuestros seres queridos, amigos y parejas, pero el amor no es solo para el prójimo, es algo que tienes que sentir sobre todo por ti mismo. De hecho, la Palabra nos dice que tenemos que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, por lo tanto, no puedes decir que amas a otros cuando abandonas el cuidado personal, tu progreso, tu autoestima, tu felicidad interna, etc. Conoce entonces, las mejores cosas que puedes hacer para amarte un poco más.

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1. Ser consciente del aquí y el ahora

¿Te has detenido alguna vez a pensar cómo vives tu vida diaria? De hecho, la gran realidad para la mayoría de las personas es que pasamos gran parte de nuestros días en piloto automático, sin prestar atención a nuestras acciones ni a las cosas que nos rodean. ¡Pero incluso nuestra rutina merece ser apreciada!

El aroma del café por la mañana, el calor del agua en la ducha, nuestros músculos que se relajan al despertar, ver el sol brillar por la ventana al despertar, etc. Presta atención a todas esas pequeñas cosas que normalmente damos por hecho, y al notar cada detalle te podrás sentir agradecido con Dios.

También, tómate el tiempo para soltarte el pelo, levanta el espíritu para andar a la hora de tu viaje en metro por ejemplo, con tu música favorita en tus oídos, esa que te sube el animo que necesitas.

2. Toma un cara a cara contigo mismo

¡Exactamente! cómo te tomarías el tiempo para tomar una copa con un amigo, familiar o pareja, ahora hazlo solo para ti. Entre la cena del martes y el aperitivo del jueves, incluye una hora, una noche o incluso un día solo PARA TI.

Haz lo que solo te agrade, sin concesiones: una visita al museo, un paseo por un parque, una juerga de compras para darte un capricho o un mega relax sin culpa en un Spa o frente a Netflix. De hecho, no se trata de incentivar la flojera ni el descuido, sino de no subestimar el poder de un descanso en solitario para rejuvenecer, desconectarse y reponer energías.

3. Cuídate

Para demostrarte afecto y amor a ti mismo tienes que empezar por cuidarte. Cuida tu cuerpo comenzando por la salud de tu piel, tu cabello y tus manos. De hecho, no dudes en tomar un descanso en el salón para hacerte una manicura que te levante la moral, un nuevo corte, un masaje acogedor o un tratamiento facial relajante.

Si no puedes visitar un salón de belleza, una mascarilla casera para el cabello funciona igual de bien para levantar el ánimo.

Y, aunque cuidar tu cuerpo es importante, también es vital nutrir tu mente. Trata de alejarte del estrés diario que trae consigo muchas veces molestias y produce insomnio. Para contrarrestarlo, no dudes en brindarte autocuidados y paliativos con un masaje ultra relajante, una clase de yoga, una sesión de meditación o una buena lectura antes de acostarte.

4. Disfruta tu espacio

La clave para hacerte feliz a ti mismo es también aprender a apreciar más tu entorno en tu vida diaria, comenzando por el lugar donde pasas más tiempo: tu casa.

De hecho, no todas las personas tienen los medios para vivir en una villa junto al mar, pero apreciar y comprender la perfección de la vida, te dará la oportunidad de disfrutar incluso, un espacio de un apartamento de 20 metros cuadrados.

Cuando te sientes bien contigo mismo, sea donde sea que estés, una habitación pequeña puede ser una burbuja de serenidad. Es fundamental que te sientas bien en casa, porque es allí donde tu cuerpo y mente encuentran los recursos y el descanso necesario para afrontar el día.

Para ello, procura de que tu espacio esté organizado y ordenado, incluso empleando métodos como el Feng Shui, que puede lograr un efecto de relajación pero también energizante.

5. Establece tus intenciones

Hacer planes de cosas que te gustaría hacer antes de abandonar este plano existencial y vivir la vida con intención es esencial para la mente. Tus objetivos están ahí para darle sentido a los días y ayudarte a llevar una vida más saludable. ¡Y cuando se logran estos objetivos, puedes sentirte muy cerca de la felicidad!

Algunas ideas son: carrera, familia, proyectos personales, viajes… También puede ser una mudanza, un cambio de dieta, lecciones de idioma o arte, el inicio de un nuevo deporte o incluso actividades extremas;hacer un viaje soñado en un futuro próximo como tu cumpleaños, salir de compras, tener una cita, una noche loca con amig@s o un festival para el próximo verano.

6. Olvídate de las redes sociales

¡Las redes sociales no son tus amig@s! De hecho, tanta conexión, tiene la desafortunada tendencia a aislarnos del presente y la verdadera felicidad, para hundirnos en una “realidad” que nos aleja de nuestra conexión con nuestro propio ser.

Además de hacernos perder mucho tiempo, si no se usan conscientemente, las redes sociales son una constante competencia por ser más feliz y exitoso que el otro. En muchas personas, de hecho, esto puede generar depresión e insatisfacción constante, como el hecho de no tener tantos seguidores o “amigos”.

De ahí la importancia de hacer con frecuencia una desintoxicación digital, de limitar el tiempo que pasas frente a la pantalla y dedicar más tiempo a compartir en persona con verdaderos amigos. Sin duda ¡es algo muy positivo que puedes hacer por ti mismo!

7. Di no

Ser altruista es una gran cualidad, pero, en vista de la sociedad en que vivimos, las malas costumbres y el oportunismo de otros ¡de vez en cuando es saludable decir no! y no se trata de ser egoísta, sino de no ser tan permisivo siempre.

Sin embargo, de forma general, puedes seguir siendo empático con quienes te rodean. Solo en ocasiones, permítete decir no cuando no tenga ganas de hacer algo o cuando sencillamente no puedas. ¡Nada te obliga!

8. Haz las paces contigo mismo

¿Cómo puedes amarte a ti mismo si no puedes perdonarte por los errores que pudiste haber cometido en el pasado?

No puedes cambiar el pasado, pero puedes aprender de él para no cometer los mismos errores en el futuro. Concéntrate en el presente y haz las paces contigo mismo, este es el comienzo de la verdadera felicidad.

¡Adelante! Son muchas las cosas que puedes hacer por ti mismo, por tu tranquilidad, tu paz, tu felicidad. Todo consiste en elevar tu consciencia y tu comprensión sobre la verdadera felicidad que la vida te ofrece y disfrutarla a cada segundo.

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